lunes, 17 de septiembre de 2018
jueves, 13 de septiembre de 2018
“PUES CUÉNTEME QUIEN ES USTED PARA VER SI ME ASUSTO UN RATO” Por: Sofía Rodríguez García
Lo interesante de sacar del closet el grito silenciado, en las redes sociales(#niunamenos, machismocriminal, #violenciadegénero, #violenciamachista, etc) además de la deuda histórica que representa, es que hemos podido observar lo profundo del problema de forma masiva. Sí, antes de que pregunten y ahondemos más, el problema es el machismo, ese machismo de crianza, cultural, sin otra denominación ni arreglo florido. Encontramos casos de abusos en todos los niveles y en todos los espacios, y eso que algunas situaciones permanecen en secreto o lo que es peor se convirtió en la denominación fastidiosa y amañada de “es normal”. Y entonces ahora se escandalizan y responden que los abusos los declaramos según la valoración estética, que tanta quejadera si también le hemos pegado a alguien, que todos hemos sido discriminados, que si va en un carro entonces sí nos gusta, que no son todos los hombres, que son casos aislados de psicópatas en el mundo, que hay hombres reprimidos, tonterías como esas, otras perlas no traigo a colación porque ya son de un corte demasiado fantasioso.
Sí señoras y señores, es una ofensa e indigna, cuando nos dicen que nos merecemos la violación o abuso porque mostramos piernas, salimos a rumbear, nos emborrachamos, pasamos por la calle del espanto, porque vamos a la novena, porque vemos telenovelas, porque no las vemos, porque sabemos de erotismo, porque nos escondemos, porque leemos, porque nos quejamos, porque escribimos, porque pensamos, porque volamos, porque soñamos y porque no tenemos pelos en la lengua. No es de extrañarse, que a la hora de justificar el machismo aparece lo más inaudito, está tan anclado en la sociedad que pegan el brinco. Y lo que es peor aquellos que de una le lanzan dardos al feminismo como si fuera el coco, a ver, las mujeres necesitamos visibilizarnos porque hemos sido ignoradas, discriminadas, violentadas y abusadas históricamente, eso les parece complicado?.
A algunos sí porque elimina la relación de dominación histórica. Y en medio de todo esto también aparece don “políticamente correcto” diciendo lo siguiente:”deja pasar eso” “ignóralo” no vale la pena” “eso después es para problemas” “ y me pregunto: cuánto tiempo llevamos callándonos, cuánto tiempo cargamos la culpa, qué otro la vergüenza y que otra escuchamos pésimos consejos o seguimos la cuerda?. Bastante. Fui abusada de niña, y de ahí incontables veces pude escapar de algunos abusos en la adolescencia, en la adultez de otros más, cada vez que hablé de ello surgió una mirada acusadora, una correa anti verdades y una sonrisa a medias de algún loco.
Algunas veces me pongo a reflexionar sobre el asunto de qué es lo más doloroso y no puede sanar y siempre llego a la misma conclusión: no me creyeron, me aislaron y me señalaron. Y lo peor del caso es que todo tiene el mismo final, por fortuna existen los libros que pueden recrearnos otras realidades diferentes, lástima que acaben. No hay que olvidar, no hay que ignorar, no hay que dejar pasar, ya no más, nunca debió ser así, el machismo es un corrosivo que fascina a muchos pero no es eterno. La solución no está en no hacer caso, está en enfrentarlo y eliminar tan mala idea. Hace poco me habló un tipo - por primera vez-, por chat de Facebook y como no acepté un “halago” (según su percepción irrisoria y equívoca de los halagos), me insultó, me “pordebajeó” como poeta y para completar dijo que echaría mala propaganda sobre mí en la ciudad ya que yo no sabía con quién me enfrentaba, pues que cuente quién es para ver si me asusto un rato.
Tuve la escena de lo que me decía por segundos, me lo imaginé gritando desenfrenado, rasgándose las vestiduras y diciendo “Sofía le hace daño a la literatura, es mala poeta, no se deja decir buenona ni morbosear de mi”. Patética sería la situación, hasta de pronto me solidarizo y le recomiendo que no haga el oso. Y es que el rechazo en algunos hombres (con el machismo de corona) produce ese tipo de acciones: amenazas, insultos y sobre todo el viejo truco de introducir miedo. Otro caso reciente después de acusar con justa razón a otro tipo de misógino me puso al ruedo cuestiones personales acomodadas al tema con fechas apiñuscadas y sucesos alterados, una defensa muy común en la escena política del país, por cierto.
Sí señoras y señores, es una ofensa e indigna, cuando nos dicen que nos merecemos la violación o abuso porque mostramos piernas, salimos a rumbear, nos emborrachamos, pasamos por la calle del espanto, porque vamos a la novena, porque vemos telenovelas, porque no las vemos, porque sabemos de erotismo, porque nos escondemos, porque leemos, porque nos quejamos, porque escribimos, porque pensamos, porque volamos, porque soñamos y porque no tenemos pelos en la lengua. No es de extrañarse, que a la hora de justificar el machismo aparece lo más inaudito, está tan anclado en la sociedad que pegan el brinco. Y lo que es peor aquellos que de una le lanzan dardos al feminismo como si fuera el coco, a ver, las mujeres necesitamos visibilizarnos porque hemos sido ignoradas, discriminadas, violentadas y abusadas históricamente, eso les parece complicado?.
A algunos sí porque elimina la relación de dominación histórica. Y en medio de todo esto también aparece don “políticamente correcto” diciendo lo siguiente:”deja pasar eso” “ignóralo” no vale la pena” “eso después es para problemas” “ y me pregunto: cuánto tiempo llevamos callándonos, cuánto tiempo cargamos la culpa, qué otro la vergüenza y que otra escuchamos pésimos consejos o seguimos la cuerda?. Bastante. Fui abusada de niña, y de ahí incontables veces pude escapar de algunos abusos en la adolescencia, en la adultez de otros más, cada vez que hablé de ello surgió una mirada acusadora, una correa anti verdades y una sonrisa a medias de algún loco.
Algunas veces me pongo a reflexionar sobre el asunto de qué es lo más doloroso y no puede sanar y siempre llego a la misma conclusión: no me creyeron, me aislaron y me señalaron. Y lo peor del caso es que todo tiene el mismo final, por fortuna existen los libros que pueden recrearnos otras realidades diferentes, lástima que acaben. No hay que olvidar, no hay que ignorar, no hay que dejar pasar, ya no más, nunca debió ser así, el machismo es un corrosivo que fascina a muchos pero no es eterno. La solución no está en no hacer caso, está en enfrentarlo y eliminar tan mala idea. Hace poco me habló un tipo - por primera vez-, por chat de Facebook y como no acepté un “halago” (según su percepción irrisoria y equívoca de los halagos), me insultó, me “pordebajeó” como poeta y para completar dijo que echaría mala propaganda sobre mí en la ciudad ya que yo no sabía con quién me enfrentaba, pues que cuente quién es para ver si me asusto un rato.
Tuve la escena de lo que me decía por segundos, me lo imaginé gritando desenfrenado, rasgándose las vestiduras y diciendo “Sofía le hace daño a la literatura, es mala poeta, no se deja decir buenona ni morbosear de mi”. Patética sería la situación, hasta de pronto me solidarizo y le recomiendo que no haga el oso. Y es que el rechazo en algunos hombres (con el machismo de corona) produce ese tipo de acciones: amenazas, insultos y sobre todo el viejo truco de introducir miedo. Otro caso reciente después de acusar con justa razón a otro tipo de misógino me puso al ruedo cuestiones personales acomodadas al tema con fechas apiñuscadas y sucesos alterados, una defensa muy común en la escena política del país, por cierto.
Bien, es el tiempo de decir: No tenemos miedo y no nos vamos a callar nunca más.
lunes, 10 de septiembre de 2018
Algunos Poemas de mi autoría del libro "Cada vez que cobija el fuego" traducidos al italiano por el artista italiano Roberto Albini
OGNI VOLTA
CHE TI AMMANTA IL FUOCO
CHE TI AMMANTA IL FUOCO
Sofía
Rodríguez García
LA PAZZA
Mi hanno chiamato la pazza
la pazza con una lucciola sulla lingua.
Mi tirano pioggia su tetti
trasparenti
pietre dai supplizi colorati
Mi lavano il muso con le
scimitarre
mi lanciano stracci, merda
le mie gambe si ritraggono
le voci mi soffocano i polmoni
La pazza con una lucciola
sulla lingua
ha qualcosa da raccontarvi:
Si sono dichiarati rimedi ai calli
trincee delle unghie tagliate a metà.
I pugni nella trachea
sono gli amanti della mia morfina
ma neppure i gomiti dell’odio
vacillano nella mia gola
si trovano lontano
con le loro decine di maschere
che si ossidano nel veleno del giorno.
Matrona che cavalca gli incontri
Con i fuochi che scoprono le mani
e i molteplici carichi di nudi
e i molteplici carichi di nudi
Sono suoi i labirinti
I colori che si offrono
e i baci attraversati l’aspettano stanchi
negli orfani nudi
e i baci attraversati l’aspettano stanchi
negli orfani nudi
Negli insulti
Che perpetrano la fama
I demoni di un bicchiere di vino
E i derelitti dalla pelle graffiata
Si diverte la nostra Madame Sofia
con i balli per orecchie frettolose:
la vita è una fila di muri
dove tutti si arrampicano o si lamentano
l’anima giace nel fegato
dove i buoni commensali
faranno il miracolo del forno.
con i balli per orecchie frettolose:
la vita è una fila di muri
dove tutti si arrampicano o si lamentano
l’anima giace nel fegato
dove i buoni commensali
faranno il miracolo del forno.
PEZZI DI LENTI
Il tetto di calze
scolpisce la pelle della paura
scolpisce la pelle della paura
Le tavolette del corpo
Sembrano come paragrafi di un
umile suono
catapulta di pastiglie
catapulta di pastiglie
Sfinge del gigante nudo
Seduta sul ciglio della
cecità
Una blindatura di domande
Cronometra imprescindibili
promozioni
a calzature per gli occhi
a calzature per gli occhi
Per fortuna – i luoghi delle
borse - ,
nascondono vetro per la mia audizione,
nascondono vetro per la mia audizione,
Non discutono le visioni,
né si gettano nelle vene
a saturare la resina delle mani consumate
e il gentile diluvio del viso
né si gettano nelle vene
a saturare la resina delle mani consumate
e il gentile diluvio del viso
Non ci sono risposte
automatiche
nelle disgrazie delle gengive,
le pupille faticano tra i rami sanguinanti
adirate e in ritardo sul raccolto .
nelle disgrazie delle gengive,
le pupille faticano tra i rami sanguinanti
adirate e in ritardo sul raccolto .
Il poeta anela lontano
la distanza affogata.
Non la vuole nel suo cammino
buffona delle sue scarpe
la distanza affogata.
Non la vuole nel suo cammino
buffona delle sue scarpe
Destino condito col sale.
Nella sua capanna
getta zampe di gambero con suo nome
e ripete dolcemente:
Nella sua capanna
getta zampe di gambero con suo nome
e ripete dolcemente:
succhia sangue,
insidiosa donna che dipingi con le tue parole
il balcone del rimpianti
sirenuta, magari un sapore esotico
ti aromatizzo con girasoli
insidiosa donna che dipingi con le tue parole
il balcone del rimpianti
sirenuta, magari un sapore esotico
ti aromatizzo con girasoli
ti porto lontano,
gioia maledetta degli occhi
Con lacrime di vene
la sua furia poetica lavora
abbraccia i suoi fluidi caduti
afferrandoli con guanti
la sua furia poetica lavora
abbraccia i suoi fluidi caduti
afferrandoli con guanti
Il poeta lo scrive assonnato
Ubriaco di gridi,
in una piena di fiumi nella gola,
con il suo ombrello di aghi tristi
in una piena di fiumi nella gola,
con il suo ombrello di aghi tristi
Seduto sulla sedia coperta di
occhi
Lei non resterà di spalle,
nemmeno per il suo sangue sedotto
nemmeno per il suo sangue sedotto
suicida
SUPPLICA
Raccontami la mattina
all’ombra delle maioliche
trasportami fino alle corde del violino dipinto
trasportami fino alle corde del violino dipinto
Libera tre frasi rosse con il
calore di casa
Consenti al candelabro
piangente di affogare nella tua pelle.
Non mi parlare con consigli,
il sudore mi copre i sospiri del corpo
il sudore mi copre i sospiri del corpo
Le mie zampe scansano i tuoi
tentacoli
E il tuo volo si compie con
motori ad aghi.
Cosa importa se il suo
inganno mi agghinda?
Portano brezze che mi portano
fino a te.
E se la menzogna ti illumina?
Il vento scuro non è il tuo
lamento
Né un segreto nel delirio.
Può essere che qui – nel mio
mare dalle molteplici onde sciocche –,
trasgredisci il poco senso che corre lontano con un paracadute di sarcasmo
trasgredisci il poco senso che corre lontano con un paracadute di sarcasmo
È che un gelido abbraccio ti
salvi lo sguardo.
ABBRACCIO
Si abbracciano in un solco di
linee incrociate,
con il loro zaino di
proiettili accarezzano il petto ferito.
Si lapidano, leccano e
scompaiano come se la notte
possa sanare la cenere che abita tra i petali delle rose.
possa sanare la cenere che abita tra i petali delle rose.
Al ritorno gli capita di
mutare in un disaccordo,
vacillando osservano i
palazzi che triturano le loro teste
annusano il collo che sa di
lenzuola, lo specchio e i graffi,
si odono scontri lontani con sintomi nelle dita.
si odono scontri lontani con sintomi nelle dita.
Tornano spighe di alito ad
esistere sotto di loro,
la pioggia di occhi – intrusa tra le guance – è pelle di strada
la pioggia di occhi – intrusa tra le guance – è pelle di strada
Si lacerano i rivestimenti,
accarezzano di sì la vita del ricordo,
i sogni non li vestono più,
larve dell’alba,
la scomparsa delle piaghe
inizia dalle vene.
LA LORO NOTTE
Imbrunisce, mi addentro nei
sogni
con loro ci faccio un coltello molle e aggressivo
mi misuro con i deliri intensi delle ciglia.
con loro ci faccio un coltello molle e aggressivo
mi misuro con i deliri intensi delle ciglia.
Mi vesto – tutta la notte –
con tagli nelle braccia
li aspetto con il collo adornato di zanne,
spinte e rinnovate curve degli anni.
li aspetto con il collo adornato di zanne,
spinte e rinnovate curve degli anni.
Li respiro, i miei sogni,
decidono di guardarmi con
civetteria da bambini
un gioco di parole e
toccatine con le dita.
Andiamo, saltella la mia
carogna,
tutto si estende come le
calendule di lacrime
portano un tubo di
scappamento di terra fino al tronco
con abbondante sperma di
dolore.
Andiamo, non importa se si
perde un pezzetto
i fumi del cammino che si diradano
i fumi del cammino che si diradano
si raccolgono e si fanno
piccoli nel prossimo sogno.
Portatemi via velocemente
Voglio lavare i miei tagli
superficiali,
le sfingi delle mie acque
un amore che aspetta il
dolore
oro e frastuono delle vene
la carne che accudisce
un grido perso
la pelle di serpente
la paura che muore.
Ti vigilo da lì, mettiti
grandi cuffie
Un capello forzato e un tempo
di ritratti.
Ti guardo dalla riva
Tracima il mare con gli occhi
dell’amore assente.
CHIAMATA
Si congedano trasparenti
Con crema per le mani per
fare a pezzi il corpo
(Per questo tipo di pulizia
non basta lo straccio)
Ognuno si veste con coperte
nuove:
parrebbe che il tempo qualche
volta
si riprenda le carezze e il
cuoio che acceca.
Lui, abituato a scampare
Vibra il testo con le grida
delle perdite.
Lei, strappa le pareti che
senza finestre la osservano.
Si abbandonano a camminare su
corde invisibili,
lacci che la terra
giustamente sputa.
Lei arma fiumi e cascate di
palpebre.
Lui, escapista delle guance,
se le beve:
matita etilica che transenna
i suoi rimpianti.
Non sono buoni per i nodi
quelli
Che bevono detergenti e
lavano le loro tende di pelle.
SOLE DEL PETTO
Sole del petto, sradicamento
degli occhi
Le tue fonti scavarono un
ventaglio di dei
che pernottavano sotto il sangue rissoso.
che pernottavano sotto il sangue rissoso.
Passarono presto la soglia
delle cicatrici
- un lungo corteo di petali
ci caucciù -,
bruciarono i miei resti
vinsero lo sforzo
con promesse offensive.
Convincerono i richiami della
dimenticanza
- con una sola mano le pieghe
dei miei occhi -
Scacciarono gli scarabei
dalla mia vista
Lavarono adulazioni a tre
mani.
Partirono con risate
impertinenti
il lavoro estenuante dell’atteggiamento sarcastico
il lavoro estenuante dell’atteggiamento sarcastico
Le lettere di piume perdute
dal tempo
Il fuoco apprendista della
tregua.
Sole del petto, vieni a
dormire la vita con me
Una borbosità olistica della
danza
Un ricordo di ostacoli che
maledici
La risata attraversata
La sabbia che tagliano i
pesci
Balli insanguinati che arano
i loro giri
Passi dolorosi a cui mancano
le staffe.
I deliri nelle grotte sono il
martirio dei poeti:
Amanti dei baci degli sciami
E musica che corre nei
corridoi delle braccia.
FUGA
La tua rotaia di pianto
Raccoglie rabbie estranee
Erige scorpioni di funghi
Che con riti etilici cacciano
i bagni.
Risate di vermi
Liberano la tua dormita
Insieme alla mia
In una tendenza di palestre,
angolo di fischi
spaccano facce migratorie
Già te ne vai?
Dalla giostra delle montagne
russe
E dal nocciolo nascente?
Nel sole che cammina
stropicciato
Con la faccia gonfia?
Vergogna!
Raccogli i miei resti
In un sacco di vetro
Con guanti spessi
Vado a strofinarmi col tuo
fango
Gli stivali pieni di bitume
Come regioni di cerchietti
per capelli
tra fragili pettinature di bambine.
tra fragili pettinature di bambine.
SIGILLATO
In un addio di cerniere
Si fondono emancipazioni
Che si congregano
In tua discolpa:
uno scomunicato
un trattino
una disattenzione
l’amore per un abbraccio
nel dolore della tua frusta
gli insipidi ritardi che si
lamentano
Aspetta al margine
Sfida di tacchi
Un gioco mai iniziato
Con vincitori alle spalle
Sollevami ora che ululo
Piango, promulgo e seppellisco
Labirinti
di pelle strappata
Abitante dei costumi
Laguna di corride
Che ancora turbano
Con tenera ingratitudine
ti accolgo
asilo di molti
ti aspetto nel liquore
di notte
Passami un poco di cianuro
Un sorriso che redime
E un coltello che non taglia
Chiamami alla vigilia
Non perderò la ragione in un
soffio,
elevami terra interiore
che non fugga la salute
mentale
piaga che stringe
I semi di vino
Germogliano in una banbola,
virano i loro colori
di muse
tribù che sparisce
CONFESSIONE
Dormire in suo nome
Come scapulare vinto
È un amore di altri
Alzatosi con un bacio
Occhi accuminati
Come smeraldi perduti
Vivono nel mio pianto
Che beve in un succo
I suoi vertici di calcio.
Amore a pezzi dal pensiero
accordato
Mi passano ora i sospiri
nella gola
Non comprendo come l’acqua è un tetto
che annaffia gli innamorati
Non comprendo come l’acqua è un tetto
che annaffia gli innamorati
E scarpe di sterpaglie.
Il fuoco si diverte per la
strada
Con la sua porta a quadri
Nell’attesa di una grotta
accogliente
Non terminerai mai le tue
frasi né io le mie
Non saranno nostri abiti il
sospiro di una tirata
Si è perso nel mio cavo
Dove il cuore respira
distante.
IERI
Ricordai
Che perfino una birra
condivisa
Mi spreme con occhi stupiti
La fonte
Il brandy rimuove i miei
piedi
Come saliva solida di questo
vino
Lumaca bianca
Piena di sangue gelato
Che usa come pelle
Giocano le tue lacrime rosse
Sopra la mia camicia
attillata,
i miei pantaloni brillanti
e sul mio fazzoletto
Vino…
Hai fatto una pappa con i
miei denti,
uno spesso vinile nelle
pareti,
spaventati in pezzi di carta
sanguinanti..
mi prudono le zanzare per
predizione
Ricordai che aspettavo
Esattamente,
bugie nel cammino,
ricordai che non dovevo
menzionare il mio disprezzo
Ricordai alla fine
In uno schiaffo che sveglia
Que non era il suo destarsi
la penombra maggiore
Né il suo sacrificio
Ricordai in mariaci nascosti
Tutto quello che calpestai
tanti volte.
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