domingo, 18 de marzo de 2012

ESCRITO (Sofía Rodríguez)




















Irritada he vuelto
en un café de cucharas,
alcanzada de sombras
tu esperma lejana pregunta:
¿es escaso el infierno en un galanteo?
Cada media hora
me aprieta un tubo en su boquilla,
dobla mi cuerpo maltratado
sin escala en un delirio impreciso

Maravilla su estampa
con un solo rostro en
mis pantalones agraciados

La fiebre está tan alta
que debo andar en algún suicidio
(mal concretado)
Todo lo que lloras lo transito
en ese cactus que te adorna

Si supieras que el embrujo
es sucinto
sin licor infectado

si lloviera ahora y me llevara tu mar
me abrazaría con hamacas de tiempos
libre del fondo

Hablas en mi pensamiento
tan oculto,
reflexionas en su loza
de balcón de tres pisos
No hace falta tu tacto
sino el viento que lo trae,
el humo que lo aspira
trozos de niebla en mi muerte grata

Omites tu nombre,
me voy pronto
donde esas garras
de malhechor amable no me
envenenen
con seductores abrazos

Dolor que sigues devorando
cuando mi tristeza ya
no abarca tiempos
ni poemas de pared

He dispuesto ser flecha
con alas envidiables.
Te elaboraré con sudor
de insensibles piernas

Solo quisiera ahora
-tan cobarde en existencias-
llenarme de espectros
derramarme sin miedo
absorber su cortada
lejano asfalto
profundizando
como una daga
un eterno
y espinado
diálogo









La revista Cambios y Permanencias del Grupo de Investigación Historia Archivística y Redes de Investigación de la UIS,  de la prestigiosa U...